Las placas solares de autoconsumo son perfectas para inmuebles en entornos rurales de difícil acceso.

Apostar por la energía solar de autoconsumo es una idea inteligente para ayudar al medio ambiente, ganar independencia energética y ahorrar en las facturas de la luz. Pero antes es necesario conocer los modelos de instalación para, dependiendo de las necesidades y los objetivos personales, escoger la opción que mejor se adapte a cada caso.

Pasarse a la energía solar de autoconsumo no consiste solo en colocar una serie de paneles fotovoltaicos y ya está. Antes de esto resulta indispensable conocer las posibilidades energéticas que esta tecnología verde brinda a sus usuarios, ya que el propietario tiene la capacidad (o no) de seguir obteniendo electricidad de la red o verter sus excedentes a una comercializadora.

Por eso, entender las diferencias que existen entre los diversos tipos de instalaciones de placas solares hace que uno pueda tomar la decisión más correcta al poder ponderar más conscientemente las necesidades, las ventajas y las desventajas de cada una de las opciones.

Las fórmulas de instalación se clasifican en dos grandes grupos:

  • Aisladas. Están desconectadas del servicio eléctrico general y solo proveen la energía justa de autoconsumo a la vivienda, empresa o edificio al que están sujetas.
  • Con conexión a la red. Están vinculadas a la red y pueden captar energía de esta si es necesario cuando la producción no ha sido suficiente. Al mismo tiempo, también pueden volcar aquellos excedentes de energía no consumidos, obteniendo o no compensaciones económicas por ello.

Estos son los dos prototipos en los que se mueven las instalaciones solares de autoconsumo, los cuales vamos a explicar y desgranar más concretamente a lo largo de este post. Así que ponte un poco de crema solar, coge tu gorra o tus gafas de sol y sigue descubriendo las facultades con las que te obsequia esta energía renovable cada vez más extendida en nuestro país.

¿Qué es una instalación solar de autoconsumo?

Podemos definir una instalación solar de autoconsumo como la capacidad energética que una empresa o vivienda adquiere con la colocación en sus inmediaciones, principalmente en el tejado, de varios paneles fotovoltaicos que le proporcionan toda la electricidad que requiera. Su vida útil suele estar entre los 25 y los 30 años y apenas precisa de mantenimiento, pero para su correcto funcionamiento sí que se aconseja una limpieza periódica y que un profesional acreditado realice una inspección anual del sistema.

Ventajas del autoconsumo solar:

  • Brinda un completo control sobre la instalación, el consumo y el ahorro energético.
  • Notable disminución en las facturas de la luz, que puede alcanzar hasta un 50-70%.
  • Fácil amortización. Gracias al punto anterior, su inversión puede verse retornada en unos 10 años.
  • Además, muchos ayuntamientos y Comunidades Autónomas ofrecen ayudas públicas y descuentos tributarios para incentivar su colocación. En el caso de la Comunidad de Madrid lo puedes comprobar en nuestro post ¿Cómo solicitar ayudas de energía solar en Madrid?
  • Supone un compromiso con el planeta, ya que cada hogar reduce sus emisiones de CO2 entre 1 y 1,5 toneladas.
  • Desde 2019 sus usuarios pueden acogerse a compensaciones si revierten sus excedentes a la red general.
  • Incrementa el valor del inmueble, lo que supone una inversión a largo plazo.
  • Los paneles solares son totalmente silenciosos, por lo que son adecuados para edificios residenciales y zonas urbanas.

Si quieres examinar más en profundidad los beneficios de dicha tecnología puedes echar un vistazo a nuestra entrada 8 ventajas de la energía solar fotovoltaica.

La vida útil de una instalación fotovoltaica se estima en unos 25-30 años, mientras que su inversión se amortiza en, aproximadamente, una década.

Instalación solar aislada

Ya hemos expuesto en la introducción que este tipo de instalaciones fotovoltaicas son aquellas que no se encuentran conectadas al tendido eléctrico. Lo más común es que se trate de inmuebles a los que no llega el suministro al estar, como dice su propio nombre, aislados, como puede ser un chalet en la montaña, una granja en el campo o mecanismos de regadío en cultivos.

Aparte de las placas solares, un regulador de carga y los inversores fotovoltaicos, exigen la compra de baterías de almacenamiento para guardar la energía generada durante las horas de luz para los momentos en los que no haya radiación solar. A continuación, cuando se necesita esa electricidad, los inversores se encargan de detectar el consumo y de abastecer la demanda a través de lo acumulado en la batería. De tal modo, han conseguido que en entornos rurales poco accesibles se pueda disponer de una red propia de electricidad que es capaz de durar días incluso sin recibir nuevas cargas solares.

Como contrapartida, hay que indicar que el tamaño del sistema total se verá afectado por el edificio a suministrar, lo que puede suponer un mayor número de paneles en comparación con las instalaciones conectadas a la red y una inversión más alta al ser necesario aprovisionarse de baterías.

Instalación solar conectada a la red

Esta instalación de autoconsumo fotovoltaico está enganchada al servicio eléctrico, convirtiéndola en un modelo de generación distribuida. Prioriza el uso de la energía que las placas solares producen de forma independiente, pero cuando esta no es suficiente para cubrir la demanda extrae la parte necesaria de la red.

Son las más habituales para viviendas, comunidades de vecinos y empresas, pero su establecimiento requiere elegir entre dos patrones que se diferencian en la gestión de sus excedentes energéticos.

Autoconsumo sin excedentes

Este sistema de autoconsumo solo produce la energía imprescindible para el inmueble con el objetivo de que no sobre nada. Para evitar la posibilidad de una descarga de la energía superflua a la red eléctrica se instala un dispositivo antivertido. Sin embargo, al desechar esos restos se pierde la oportunidad de que sean empleados por otros al tiempo que se saca algún tipo de rentabilidad económica. A pesar de ello, dichos equipos son necesarios cuando la legislación no permite el volcado de energía autoproducida al tendido eléctrico.

Una solución para evitar la pérdida de la energía sobrante es almacenarla en baterías como se hace en las instalaciones de autoconsumo aisladas. No obstante, como hemos comentado anteriormente, esto acarrea un incremento importante de la inversión, por lo que hay que estudiar detenidamente su viabilidad conforme a las necesidades y el presupuesto que se maneja.

Los sistemas de autoconsumo solar son totalmente silenciosos y no perturban la vida hogareña de sus propietarios.

Autoconsumo con vertido a la red

Se caracteriza por inyectar sus remanentes energéticos a la red general para aprovechar económicamente esas sobras. A cambio, el propietario recibe como compensación descuentos en su factura eléctrica en función de la tasa de kilovatios (kW) que haya suministrado a la comercializadora.

La indemnización está regulada por el Real Decreto 244/2019 y para acogerse a este mecanismo hay que cumplir varias condiciones:

  • La potencia de la instalación no puede ser superior a 100 kW.
  • Debe existir un único contrato de suministro para el consumo asociado y para los auxiliares con una comercializadora.
  • Tiene que haberse firmado un contrato de compensación de excedentes tal y como establece el artículo 14 del Real Decreto 244/2019.
  • No puede suponer una actividad lucrativa para el propietario.

En caso de que no se cumpla alguna de las obligaciones anteriores o que por propia voluntad el usuario prefiera no acogerse a esta disposición, el excedente de energía será vendido al mercado eléctrico a través de una comercializadora.

¿Cuánto cuesta una instalación solar de autoconsumo?

El coste de una instalación de paneles solares de autoconsumo dependerá de varios factores, como el tamaño del inmueble al cual se deba abastecer de energía (la potencia necesaria), la calidad y el número de componentes y la dificultad de llevar a cabo la colocación del equipo.

Para hacer de tu proyecto algo más sencillo, desde Fusionare Instalaciones te guiaremos desde el momento en que te pongas en contacto con nosotros. Primero te ofreceremos toda la información que necesites y resolveremos tus dudas. Después, uno de nuestros técnicos inspeccionará el terreno donde se ubicará la instalación y analizará tus necesidades energéticas.

Tras ello, te proporcionaremos un presupuesto sin compromiso y pondremos a tu disposición las tecnologías fotovoltaicas más innovadoras del mercado. Por si fuera poco, gestionaremos los trámites burocráticos y, finalmente, nuestros profesionales erigirán tu instalación solar de autoconsumo llevando electricidad limpia y barata a tu casa. No esperes más y llámanos al 918 71 11 36 o escríbenos al correo electrónico contacto@fusionaire.es y empieza a hacer tu sueño energético una realidad.

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